Con unos años más como Barbie seré

A veces quieres decir algo pero no sabes qué decir. Siempre se dice que para romper el silencio hay que mejorarlo, pero no creo que esta entrada pase a la historia por su redacción y contenido. Bueno, tampoco lo pretendo ni creo que haya escrito nunca nada reseñable, no es mi trabajo.

Volveré a hacer un resumen del fin de semana, como ya es habitual. Compartiendo lo ocurrido me doy cuenta de lo vacío que es para mi el mundo. Bueno, comenzaré:

El viernes fue un día movido después del trabajo. No me dio tiempo a descansar y fui al médico, que inusualmente fue más rápido de lo previsto, y al aeropuerto. Tras las coñas varias fuimos al que debe ser el único todo a 100 no regentado por chinos de todo Madrid, curioso. Tras dejarte absurdamente unos euritos, nos fuimos a Alcalá (los trámites de ser universitario son un fastidio) y allí debatimos sobre casquería y otras viandas. Tras ello nos fuimos a Pozuelo, al resort Marina D'Or Monteclaro. Y Ahí es dónde yo quería llegar.

Se me acusó de antisociable ¿yo? no, yo soy muy sociable, lo que pasa es que mi talante liberal y conciliador no es comprendido por los más autoritarios del lugar. Ese fue el tema. ¿qué soy un provocador? sí ¿y eso tiene algo de malo? No provoca quien quiere sino quien puede diría un demagogo, osea que yo puedo decirlo tranquilamente. Me da pena que haya gente que no haya salido de su rellano en la vida. A mi se me ha acusado de "rellanismo" (y de Rock Lee) a menudo, pero mi "rellanismo" no es sólo desconocimiento de lo exterior, sino más bien el no querer ver más allá, no porque no sepa que existe sino porque estoy agusto con lo mío. Pero lo visto el viernes se parece más a la ceguera que al "rellanismo".

Bueno, tras la agria polémica, y tras varias acusaciones de genocidio, apología del terrorismo y connivencia con el asesinato, me dispuse a ir a la ya habitual zona de bares. Sí, aunque parezca mentira todavía quedaba día. Me llevaron a un garito de pachangueo. Imperdonable. Bueno, mis colegas me dejaron abandonado así que decidí ir solo a un garito a tomar una cocacola. Allí pude ver, sin nadie que me distrajese, la ruineza humana. Lo peor del género. Niños que se creen adultos porque se emborrachan diciendo infinidad de estupideces. Chicos que insultan a mujeres de la manera más ofensiva posible e imaginable y chicas que lo aguantan como si les estuviesen diciendo un piropo ¿por qué? a mi por menos me cortan la cara. Artimañas tramposas, intentos de meter a la gente en problemas, total despreocupación por los intereses del prójimo y demás. No, el mundo no es así, pero hay un mundo que sí lo es. Me gustaría que la gente que aprecio se apartara de esos mundos, pero va a ser difícil, por no decir imposible, porque este tipo de insolidarios comportamientos poseen un poder de atracción que mi ranciedad no es capaz de suplir, aunque yo sé que conmigo hay más felicidad que con esos comportamientos.

El sábado volvimos a salir. Organizamos una partidita de rol, que no sé cuando sucederá, ni quién irá (Seguro que echamos de menos a alguien). Después fuimos a un chino. Interesante lo de esos orientales. Comen bastante por no demasiado dinero. Y después volvimos al lugar del crimen, en donde la juventud tira su vida a la basura. Yo estaba cansado y duré poco, pero tuve algunas duras palabras con la gente del lugar. Bueno, mi dureza es relativa, ya que a la gente las reprimendas morales no les afecta, pero yo me siento mejor al espetar mi sermón.

El domingo unos coleguillas me dejaron tirado pero, como ya me lo olía, decidí quedar con otro para grabarnos unos temas y para hacer unos vídeos musicales que ya colocaremos en el youtube o en un sitio de esos. La verdad es que quedaron graciosos.

El lunes me fui a Salamanca, por cuestiones de trabajo. No hay nada como meterte 450 km. en el auto, pero la verdad es que la última multa me acogota. Al final no pude aguantar más y le pisé un poco más... realmente yendo a sus estúpidos límites me entró sueño, lo que podía haber causado un accidente.

Por la tarde mis colegas volvieron a no ponerse de acuerdo ¿me dejarán tirado hoy también? No pasa nada, tampoco es que me dejen tirado, es que yo exagero.