La familia del asesino

Llegamos al vagón David y yo. Había otros tres miembros del grupo y estábamos dispuestos a hacerlo, ya lo habíamos hablado muchas veces en el cuartel y hoy era el día. Debemos esperar a que se suban más al vagón, será más fácil. Pero con los cinco éramos suficientes. Uno tenía que fingir que se mareaba para dar una vuelta y salir fuera del vagón con alguien que le ayude, y en ese momento colarse en el maletero de un vehículo. Escapar, y una vez dentro ir en busca del dinero.
Pero era mejor esperar al resto, o por lo menos a unos cuantos más, los que se quedan en el vagón pueden reducir al vigilante pero es mejor no arriesgar. El vagón hace una parada. Ahora o nunca, pero, no ha llegado el resto. Da igual, David finge un mareo, yo le acompaño y le digo al vigilante que vamos a dar una vuelta delante del vagón.
Bien, hay un coche, con el maletero abierto, es una ranchera, entramos los dos perfectamente, el caso es huír del lugar. Se mete David como para fingir que tiene sueño y se tumba, cuando no llega nadie me meto yo y cerramos la puerta. Pero, mierda, es una ranchera, y la puerta estaba abierta por algo. El dueño del vehículo estaba cargando algo, y cuando llegue mirará atrás... no podemos esperar. David se fue a la parte de alante y pusimos el coche en marcha. Despacio, como si no pasase nada. Lo hemos logrado.
Llegamos al banco, es el momento. Tenemos los uniformes puestos, hemos llegado antes que el vagón, nuestros compañeros lo habrán distraido. Tenemos las claves de seguridad. Metemos el dinero en un cesto, todo va bien. Salimos del banco y paseamos tranquilamente, vamos vestidos de policía nacional, aunque el cesto levanta un poco de sospechas.
Oímos la voz de alarma. Nos han descubierto, aunque no saben quiénes somos. Pero en el banco nos han visto la cara, da igual hay que huír. Con calma pero deprisa, sin levantar sospechas. Subimos unas escaleras, parece que hay policías por todas partes. Vaya, han reconocido el cesto, nos persiguen, tenemos que correr, doblamos una esquina, tengo que deshacerme del cesto y lo tiro a un cesto, tanto para nada. Pero hemos dejado en ridículo a las fuerzas de seguridad, eso se paga caro.
Corremos y nos metemos por unas callejuelas. Decidimos no seguir corriendo, vamos vestidos de Policía y un policía nervioso levanta más sospechas que uno que pasea como si la calle fuera suya. Andamos un rato, y de vez en cuando aceleramos el ritmo. Tenemos que huír, escondernos y deshacernos de las prendas. Un Guardia Civil nos persigue ¿qué hace una Guardia Civil en la ciudad?
No sé por qué pero se ha debido dar cuenta de que somos nosotros. Corremos, vamos calle arriba, conozco por donde huir, con un poco de suerte cogeremos un autobús de los que pasan por la autopista, pero tenemos que escalar un par de muros para ganar tiempo, en las escaleras nos coge seguro. Suerte, el segundo muro tiene unas cajas de ¿Whisky? que podemos usar como escaleras. El Guardia nos acosa y está muy cerca. Le damos esquinazo y encima del primer muro nos agachamos para ver si pasa de largo.
Parece que no nos ve, saca la pistola. Pasa de largo, sonríe apunta a otra dirección, se da la vuelta y nos dispara. Esto empieza a ser serio, nosotros no hemos lesionado ni herido a nadie, pero en fin, hay que huir. Cuando acaba la ráfaga, nos levantamos y vamos hacia las cajas, las movemos un poco entre los disparos y escalamos, tiramos unas cuantas para que el guardia no las utilice para seguirnos. Escalamos pero el guardia ya está al pie de las cajas, va a dispararnos. Le tiro una botella de Whisky que le da pero parece no importarle. David tira una caja, dos, y yo quito una más, las cajas se derrumban y aplastan al guardia. No hay movimiento. Vemos un segundo guardia a lo lejos, será su compañero, huyamos antes de que nos descubran.
David y yo tomamos diferentes direcciones. No volví a saber de él ¿le habrán capturado? Llevo un mes desde el suceso y parece que nadie es capaz de relacionarme con los hechos. Hay gente que me llama preocupado ¿estabas en el lugar cuando esos dos criminales andaban por donde tú? Sí, el guardia murió y la prensa ya nos considera los terroristas más peligrosos de la historia. Me siento perseguido, no puedo vivir tranquilo. Además, he matado a un hombre y no tengo el dinero. No me atrevo a ir al lugar donde dejé la Cesta. ¿Llegaría David y me dejó tirado? ¿Qué pasó con el resto del grupo?
Por fin llegó el día, alguien me ha reconocido, aunque los retratos robots eran patéticos, siempre hay gente que tiene mucha imaginación y claro, si te descubren no es tiempo para intentar razonar si se ha confundido o no, es tiempo de huir, todos sabemos lo que pasará en una comisaría si detienen a alguien que ha matado a uno de los suyos.
Corro y voy calle arriba, sin ser un ritmo demasiado acelerado, pero siendo rápido. No aguanto más, llevo varios meses así, siento que en cualquier momento me van a pillar. No puedo huír del país, no tengo dinero, no hay nada que hacer. Lo mejor es que me entregue. Buscar un abogado, no puedo presentarme y decir que soy yo. Ahora mismo soy el sujeto más buscado, no quiero que la gente se vengue de mi, y menos la policía. Tendré que acudir protegido.
Otra vez me han querido reconocer no aguanto más, huyo de nuevo me cruzo con dos policías naconales. Paso delante de ellos y no me reconocen. "Perdonen, soy yo. soy..." Discuten conmigo, pensé que me iban a matar allí, pero había mucha gente. Me detienen.
El juicio es una farsa, no tengo defensa y el juez no es imparcial. El juicio paralelo en los medios de comunicación está sentenciado... Hablo, cuento los hechos, la verdad. David está muerto. Lo intuía, pero ahora me lo confirma la policía. No lo reconocen pero lo han matado ellos y el juez lo sabe. Se habla de la posibilidad de un atenuante por haberme entregado, por no haber coseguido robar el dinero y porque el asesinato fue en defensa propia. Es posible que en un año salga de la cárcel. Pero sé que se vengarán de mi, no estoy seguro en la calle.
El careo con el fiscal fue duro. Has destrozado una familia me dice el fiscal, dos le respondo. "No querra comparar las familias de las víctimas con la del asesino - no, la familia de la víctima ha visto como su familiar ha muerto con honor, la gente le homenajea, le respeta y recibe el apoyo y el cariño de la sociedad. La familia del asesino es insultada, vilipendiada, dejada al margen y ve como su familiar está muerto para ellos en vida". Tras este careo, deciden mandarme dos años a la cárcel.
Hoy salgo de la cárcel, en mi estancia he recibido varias amenazas de muerte. Mi familia está perseguida y sé que la muerte será dolorosa, utilizarán la saña. El pueblo vengativo y lleno de rencor es cruel. No aguanto más, hoy será el primer día de mi libertad tras tres años, dos de ellos en la cárcel. Y quiero que la libertad sea para siempre.

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