Me estoy convirtiendo en un nini

Si no realmente, si en actitud frente a la vida. No me apetece hacer nada. Vago por el mundo de aquí para allá sin rumbo fijo y sin sabér qué quiero hacer conmigo mismo. Cualquiera podría pensar al verme que hago cosas que me gustan e, incluso, que hago lo que quiero.

Pues no es así, simplemente hago lo que creo que en cada momento es mejor con el miedo al saber que mis decisiones tienen consecuencias para mí y para terceros, y eso agota anímicamente. Por eso creo que lo que más me gustaría es esta en un parque tumbado al sol sin nada que hacer ni decir. Vivir la vida sin más.

Ya sé que el vivir la vida dista mucho de dejar pasar la vida sin más, pero es que creo que cuando no tienes ni argumentos ni fuerzas para vivir la vida como es debido, lo más cercano es dejarla pasar y aprovechar aquellas oportunidades que consideres interesantes en cada momento.

Eso sí, una vida así te aisla de lo que se supone que es lo políticamente correcto hasta el punto de poder llevarte a la marginación y, por qué no decirlo, a la indigencia. Supongo que muchos mendigos que deambulan por las calles han llegado hasta ahí por una situación de este tipo, una apatía ante la monotidad de la vida, la falta de estímulos y espectativas que te van desanimando poco a poco y te van generando una sensación de no aportar nada a la sociedad. La gente que más aprecias sientes que no está ahí para todo y, lo que podría ser peor, notas que el mundo no se paralizaría si tú no estuvieras, es más, que iría mejor.

Esto, que parece sacado de un argumeto de una típica película navideña, ocurre, o por lo menos yo veo muy factible que ocurra. El llegar a un momento en el que no te apetezca "sufrir" ni hacer "sufrir". Desaparecer del mapa de una manera indeterminada y empezar a vivir una nueva vida inmaterial donde la subsistencia te impida tener otro tipo de preocupaciones.

Eludir tus responsabilidades y centrar tus prioriades hasta reducirlas a un escaso número de variables de plena subsistencia puede simplificar muchísimo la vida de una persona. El no tener a nadie a tu cargo, ni desde un punto de vista material como de uno sentimental, ayuda a todo esto.

Por una parte es obvio que no me gusta lo que representa todo esto, pero por otro lo considero una alternativa muy tentadora. El dejarte llevar y despreocuparte de los demás, incluso de ti, es una opción atractiva. Quizá no sepa muy bien lo que estoy diciendo o quizá es que lo sepa demasiado bien.

Comentarios

David ha dicho que…
Supongo que no te habrás parado a pensar realmente el valor de todas las cosas que perderías si hicieses eso...
Victorino Blanco ha dicho que…
Sí me he parado a pensar en su valor, y me pregunto si el valor de eso es cero o despreciable.

Ahí está la complejidad del asunto. Si lo material lo consideras sin valor real para ti, y lo que no es material no te llena. ¿Por qué seguir sufriendo por intentar buscar algo que nunca llegará?

Simplificas la vida y sólo te preocupas de las cuatro cuestiones básicas de supervivencia. Eliminar la ambición y conformarse con tu situación actual y dejarte llevar.

Obviamente, si dejas de remar, perderás el impulso y no sólo no te mantendrás, sino que perderás cosas que ya tienes, pero al igual que perderás cosas que te hacen feliz, perderás cosas que te hacen infeliz. El objetivo es llegar a un punto en el que no haya preocupaciones.

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