El pan nuestro de cada fin de semana

Es posible que este fin de semana pueda tener una nueva oportunidad. De tenerla, tengo claro que la desaprovecharé. Si se va con este afán pesimista es obvio que nunca conseguiré nada, pero es que ya son muchas decepciones ante mi propia actitud como para confiar en mí.

Además, no sé cómo se avecina, ni qué proponer ni que hacer. Es una situación que me supera bastante. Por un lado quiero que termine. El otro día lo hablé con algunos colegas y me contaron una cosa que pueda ser cierta. Quiero que termine la situación, eso está claro, pero en el fondo esta situación tiene un toque de emoción que perderé cuando se termine, y quizá tengo miedo a perder eso. ¿Será que me he acostumbrado a vivir con la incertidumbre? No creo que no. Seguramente solo es pánico.

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