Mi verdad

Como seres sociales que somos, nos preocupa mucho encajar bien en la sociedad, y no es tarea fácil. Voy a trazar un relato:

No sé muy bien como, o más bien no viene a cuento, un grupo de gente se unió por diversas razones. Compañeros de instituto, universidad, trabajo: quién sabe. el hecho es que esta pandilla se formó de la forma en la que se suelen formar las pandillas de amigos. Pero en toda pandilla siempre hay grupos de más confianza, gente que no se cae bien y gente que tiene diferentes formas de pensar. Además tenemos que unir el hecho de que todas las pandillas de jóvenes tienen unos miembros que evolucionan hacia la madurez de distinta manera.

El caso es que esta pandilla un día era feliz, o eso parecía, pero la pandilla se distanció con el paso del tiempo. Se disgregó. ¿Cómo? Trataremos de contarlo.

Adolfo, Benito y Francisco eran muy amigos y hacían muchas cosas juntos. Atrás quedaron tiempos en los que tenían más amigos y, últimamente salían con otros amigos. Pero básicamente, habían conseguido un buen grado de confianza con José, Vladimir y León. Los seis salían muchas veces juntos y se lo pasaban bastante bien. Es cierto que no había una relación igual entre todos y no todos se llevaban igual de bien, pero había buen ambiente.

Adolfo tenía una novia llamada Lola. La mejor amiga de Lola, Yoli, a su vez era novia de Francisco. Poco a poco estas chicas fueron metiéndose en la vida de estos chicos, cosa no bien vista por León, que veía como el grupo se rompía y de mala manera. León no criticaba que el grupo se distanciara por estas chicas, lo que veía mal es que se dijese que eso no iba a ocurrir cuando era más que evidente. Con el tiempo, José y León vieron como Lola trataba mal a Adolfo, y no sabían muy bien por qué era así. No lo sabían hasta que Benito les contó ciertos detalles ocultos de Adolfo sobre su vida personal y familiar.

Pero hubo un acontecimiento que todo lo cambió. Llegó un día en que Francisco y Yoli se fueron a vivir juntos y dejaron de hablar con el resto. De la noche a la mañana sin avisar. Esto no sólo sentó mal al grupo de chicos, Lola también sintió como Yoli, su mejor amiga, se distanciaba de ella. Es más Benito, fue duramente criticado por Francisco en público sacando trapos sucios personales. Ese hecho lo cambió todo y no se cansaron de repetirlo.

El enfrentamiento entre León y Benito contra Francisco y de Lola contra Yoli, era claro. Obviamente, esto les unió en causa común, y vilmente y, en principio, sin quererlo, entraron en una dinámica en contra de la pareja. Pero Benito poco a poco se fue echando atrás, porque perdona mucho más fácil. Y León tuvo otros problemas que atender. José nunca había tenido buena relación con Francisco y, extrañamente, Vladimir sí que siguió manteniendo el contacto claro. La relación con Adolfo nunca se recuperó.

Los acontecimientos seguían y, con un miembro menos en el grupo de 6, entraron los conflictos. Siempre los hay. Bien, José tuvo un problema con Adolfo, un problema que hablaron y resolvieron. Todos consideraron que Adolfo había sido injustamente tratado, pero tampoco le dieron más importancia, bueno, todos menos Vladimir. Vladimir creía que había sido un gran feo. Este hecho motivo una cruzada de Lola contra José. La diferencia es que en esa cruzada sólo estuvo Lola y poco a poco se fue pasando. Lo único que sirvió es para que José se distanciara más de todos menos de Benito y León. Uno menos en el grupo.

Con el tiempo Benito presentó a los chicos a su novia, Marta. La chica no cayó muy bien en el grupo. Quizá José fue el que más conectó con ella, pero bueno, según Adolfo, Vladimir y León, era la novia de Benito, y no tenía por qué ser nuestra amiga. Pero Benito se distanció, dejaron de salir con él porque ya no tenía tiempo. Esto sentó un poco mal, pero a diferencia del asunto de Francisco, no se perdió el contacto, no había problemas, simplemente, salía mucho menos con el resto del grupo.

¿No había problemas? Sí los había. En el fondo, Lola estaba maquinando en contra de Marta. Y es que Lola se arrogó el derecho de decidir quiénes podían ser amigos, cuando más novias, de la gente del grupo. Como Marta al principio no encajó, las primeras críticas de Lola fueron reídas por el seno del grupo. Pero el cariz de las críticas subían de nivel y de tono. Y Vladimir y José se apartaron de seguirle el juego, no así León. León era utilizado por Lola con estos fines ante la falta de perspicacia del chaval. Al final, otro menos en el grupo.

Un día Benito, cogió a León, quizá el que tenía más confianza con él y le preguntó. Sabía que eso estaba ocurriendo. Benito le contó cómo era Lola, y cómo actuaba cuando algo no salía como ella quería. Cómo utilizaba las miserias en su favor y como aprovechaba la mínima para poner a la gente en contra de lo que a ella le parecía mal. Se lo dejó muy clarito todo, tanto que León, primero se sintió usado, después se sintió mal por Marta, y después ya no supo qué hacer. Y lo único que se le ocurrió fue preguntar al resto si veían esa persecución contra Marta.

Para José era evidente, y para Vladimir también. De hecho Vladimir fue justamente muy duro con León por no haberse dado cuenta antes y no creyó su aparente arrepentimiento. No hacía falta ser muy listo para ver que había una clara persecución contra Marta y León era algo más que complice. Es más le pareció muy mal que fuese a contar a Benito este hecho y que no hubiese tirado balones fuera, porque eso dejaba a Lola en el suelo, algo que no se merecía para nada.

El asunto siguió y siguió. Ya nadie seguía los comentarios irónicos de Lola contra Marta, siempre a sus espaldas. Hasta que un día León le dijo que tenía que parar de meterse con Marta, primero, porque ya no tenía gracia, segundo porque parecía una cuestión personal, y tercero, porque Benito lo sabía todo. A partir de ahí, León cayó en desgracia. Las críticas contra Marta se volcaron contra León, el nuevo blanco.

Por aquel entonces León frecuentaba además nuevos amigos y veía menos al grupo. Los que quedaban, es decir Adolfo y Vladimir, con Lola, se encargaron de poner las cartas sobre la mesa. León estaba saliendo con malas influencias, encima era un bocazas. Ya en tiempos antiguos había traicionado muchas veces a José y a Vladimir, y era una más. A pesar de todos le querían, pero era demasiado tarde, le habían perdido y encima, estaba decayendo a extremos. A pesar de que le dieron muchas oportunidades de volver no volvió. Entonces arreciaron las críticas contra León por lo mal que se estaba portando con Lola y, sobre todo, con Adolfo. No sólo les traicionó contando intimidades a Benito, sino que encima se posicionó claramente con el que se había ido.

El grupo de seis quedó en dos. Eso sí, Benito, José y León, siguen teniendo contacto entre ellos.

En resumen, las cosas no son blancas o negras, cada uno se ha apoyado en quien creía que tenía razón o en quién creía que le iba a apoyar más.

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