Sigue habiendo espacios de mi vida privada que no son para los demás

Un día escribí una entrada en este "blog" hablando sobre mí en tercera persona. No sé, no suelo hacerlo pero ese día lo hice. ¿Por qué? Quizá porque aunque sé que esto es un espacio bastante anónimo y que todo lo que diga aquí lo va a leer o gente que no conozco o gente que no me importa contarles mi vida, sigue habiendo espacios de mi vida privada que no son para los demás.

Esa entrada trataba sobre mis sensaciones de un día concreto, un día concreto que podría ser cualquiera, el típico día que quieres hacer cosas pero no sabes cómo hacerlas. Hay cosas que son más fáciles de hacer con ayuda, pero a veces el depender de la ayuda de otros te hace eso, dependiente, y me gustaría ser más autónomo.

El caso es que al depender de otros haces planes que nunca sabes si se van a cumplir porque eres dependiente. Quizá si mi vida privada fuera más pública la ayuda dependiente se convertiría en simples consejos y apoyos que me harían volar solo. Pero es que quizá quiero cumplir los pasos. No quiero lanzarme al agua para ver si floto, me gustaría probar con una tabla, después con dos manguitos, quitarme uno y al final nadar. El problema es que siempre está la sensación de ¿y si me ahogo? o peor, y si no me ahogo pero le cojo miedo al agua. Supongo que ahí está el por qué no me atrevo a hablar de ciertas cosas con los demás.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Verdades y mentiras sobre la crisis económica

Rubén Kameli

Eurovisión de nuevo