Discutir la moral de los demás te puede dar problemas
Ayer estuve con unos cuantos personajes conocidos y me ocurrieron una serie de cosas que quiero pasar a comentar. La verdad es que la charla fue muy amena, últimamente noto que estoy recuperando el carisma que había perdido hace meses y vuelvo a tener sentido del humor, también ayuda que la gente que tienes delante sepa entenderlo.
La verdad es que yo intento mostrar seriamente mis reflexiones acerca de las cosas, pero intento explicarlo con cierta gracia. Claro, muchos no me toman en serio, pero es un peaje que creo que debo de pagar por poder decir más o menos lo que quiero. Aún así sigue habiendo cosas que no me atrevo a decir. Por ejemplo, una de las personas que vi ayer hacía mucho tiempo que no la veía, y la vi muy bien, realmente bien, y podría haber hecho un alago, pero no sé por qué no me atreví. A veces lo hago, me gusta decir las cosas bonitas de la gente, no creo que esté de más recordar a la gente sus virtudes.
El caso es que la conversación llevó a este blog y a lo que comento y al final terminé hablando de mis reflexiones sobre el mundo y sobre las personas, además de varias opiniones acerca de ética y moral. El caso es que terminamos hablando sobre tirar la vida a la basura y esas cosas recurrentes cuando estoy con cierta gente de mi entorno que considero que no sigue una rectitud moral adecuada. Yo creo que todos tenemos una moral que intentamos seguir y a todos nos choca cuando alguien tiene una concepción de lo "bueno y malo" diferente a la nuestra. Lo que pasa es que yo lo expreso abiertamente.
Por ejemplo, si un colega mío tira un papel al suelo, se lo voy a recriminar, porque me parece algo lamentable. Se lo diré a un colega a alguien dialogante, obviamente no me atrevo a decírselo a alguien que me encuentre por la calle, aunque deberíamos. Aunque solo sea por un acto de civismo y conciudadanía. Lo que pasa es que todo el mundo no tiene una conciencia ciudadana y te puedes ganar un disgusto gordo si haces ver al prójimo cuan equivocado está en su comportamiento.
Yo siempre tengo en mente un hombre que sufrió muchas penalidades para hablarnos en posesión de sabiduría del bien y del mal. Empezaba sus frases con una metáfora sobre esta sabiduría y realmente creo que he aprendido mucho de él. Hablare de ello en otro post. Ah, y por cierto, no me quiero comparar para nada con él, simplemente digo que el intentar razonar tu moral frente a otros te puede causar problemas como se los causó a él.
La verdad es que yo intento mostrar seriamente mis reflexiones acerca de las cosas, pero intento explicarlo con cierta gracia. Claro, muchos no me toman en serio, pero es un peaje que creo que debo de pagar por poder decir más o menos lo que quiero. Aún así sigue habiendo cosas que no me atrevo a decir. Por ejemplo, una de las personas que vi ayer hacía mucho tiempo que no la veía, y la vi muy bien, realmente bien, y podría haber hecho un alago, pero no sé por qué no me atreví. A veces lo hago, me gusta decir las cosas bonitas de la gente, no creo que esté de más recordar a la gente sus virtudes.
El caso es que la conversación llevó a este blog y a lo que comento y al final terminé hablando de mis reflexiones sobre el mundo y sobre las personas, además de varias opiniones acerca de ética y moral. El caso es que terminamos hablando sobre tirar la vida a la basura y esas cosas recurrentes cuando estoy con cierta gente de mi entorno que considero que no sigue una rectitud moral adecuada. Yo creo que todos tenemos una moral que intentamos seguir y a todos nos choca cuando alguien tiene una concepción de lo "bueno y malo" diferente a la nuestra. Lo que pasa es que yo lo expreso abiertamente.
Por ejemplo, si un colega mío tira un papel al suelo, se lo voy a recriminar, porque me parece algo lamentable. Se lo diré a un colega a alguien dialogante, obviamente no me atrevo a decírselo a alguien que me encuentre por la calle, aunque deberíamos. Aunque solo sea por un acto de civismo y conciudadanía. Lo que pasa es que todo el mundo no tiene una conciencia ciudadana y te puedes ganar un disgusto gordo si haces ver al prójimo cuan equivocado está en su comportamiento.
Yo siempre tengo en mente un hombre que sufrió muchas penalidades para hablarnos en posesión de sabiduría del bien y del mal. Empezaba sus frases con una metáfora sobre esta sabiduría y realmente creo que he aprendido mucho de él. Hablare de ello en otro post. Ah, y por cierto, no me quiero comparar para nada con él, simplemente digo que el intentar razonar tu moral frente a otros te puede causar problemas como se los causó a él.
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