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Mostrando entradas de octubre, 2006

Necesito unas vaciones

No, no os he abandonado, fieles lectores, es que tengo tanto que decir que no sé por dónde empezar y al final termino por no escribir nada. Esta semana ha sido un poco de bajón. Cuando las cosas no salen como planeas todo parece ir mal, aunque no sea del todo así. Sigo manteniendo mis conflictos internos sobre el significado de las palabras y los gestos, a lo que tengo que añadir un cansancio físico y un cansancio mental, que casi es peor. Debería poner mi cabeza en huelga, pero creo que es imposible. El mal tiempo, los conflictos personales, el estrés laboral, el estrés lectivo, los problemas familiares, los problemas técnicos, las obras, incapacidad para resolver inconvenientes caseros. Todo eso se va acumulando. Mi forma de ser, al parecer, lo que hace es mirar un poco para otro lado intentando que no me toque el conflicto. Una forma de escapar de él a base de ignorarlo, pero la verdad es que sigue estando ahí. Dicen algunos que cuando me tope con él de frente, va a ser peor porq

El blog de los tarados

Si se fijan a la izquierda de este blog, verán un cuadradito de publicidad. A parte de que si pinchan me hacen un poco menos pobre, es gracioso ver los mensajitos que ponen. Al parecer el AdSense este busca palabras clave en los textos expuestos en el blog y pone publicidad relacionada. Y claro ¿me debo empezar a preocupar? Este es un ejemplo: Cómo curar la ansiedad El método Linden-Tratamiento para la ansiedad. Ansiedad-Tratamiento especializado Ansiedad-Ayuda online Psicoterapia Barcelona ¿tan monotémático u ornitorrinco soy? A ver, sí, esta semana he puesto un par de artículos de alto contenido filosófico y que trataba las relaciones humanas. Eran reflexiones en alto sobre pensamientos que me pasan por la cabeza. Supongo que todo el mundo cuando vive una experiencia de cualquier tipo, empieza a buscar en su cerebro referencias. Por qué ha ocurrido, cómo ha ocurrido, qué consecuencias ha tenido. Es algo que le pasa a todo el mundo. En el blog no comento las cosas que me pasan, s

Nuevo aspecto.

Debido a un cierto repunte que ha tenido el blog en el número de visitas, he decidido cambiarle ligeramente el aspecto a la página. Iba a contar un cuento de esos míos, sobre viajes en globo al norte de Escocia y esconderse en un refugio y tal, pero es que no me acuerdo del hilo argumental, sobre todo la parte en la que estábamos en un cine disfrazados de ninjas por el mero placer de enorgullecernos de ser frikis. En fin, cosas que se piensan. Tengo tantas cosas que contar que colapso y al final no cuento nada. Ya nos vemos.

La mente autolesiona

En la línea habitual de mi pensamiento egocéntrico, sigo sin entender. El remordimiento de conciencia es un estado psíquico consistente en una sensación de malestar general. Tiene reacciones psicosomáticas: Te huele mal el aliento, sientes el estómago revuelto, dolores de cabeza, apatía, tristeza y estás asqueado con todo. Además, una de las principales características, es el nudo en la garganta que te impide tragar y respirar, el sueño y los ojos cargados ¿de ira?. Pero las consecuencias del remordimiento de conciencia es más difícil de explicar. Sin duda es fruto de algo que no está cerrado, algo que crees que deberías haber hecho y no has querido o podido hacer. Los temas pendientes no benefician a nadie, pero cuando te generan estas sensaciones de malestar se vuelven inaguantables. Es difícil razonar sobre las razones que llevan a un individuo a no cerrar sus temas pendientes: cobardía, apatía, miedo al fracaso, miedo al rechazo. Son muchos, y todos tienen de alguna manera una ju

La resolución de un conflicto: Es la hora del diálogo.

Hay días que es mejor no levantarse. Ese fue ayer. Todo salió mal. En fin. Yo creo que fue el día entero, desde las 12 de la noche, es decir, los primeros instantes del día 15 de octubre de 2006. Son cosas que no entiendo. Todos tenemos problemas, pero no intentamos pasárselos a los demás. Bueno, a lo mejor hay gente que lo hace voluntariamente, pero eso no me interesa. La vida es compleja, y a veces se muestra incoherente. Por ejemplo, si tienes un conflicto personal como que no guste el comportamiento de cierta gente. Eso te provoca una sensación de enfado. Hablemos en primera persona, eu una situación así me sentiría ultrajado, vejado, pisoteado por el comportamiento de otros. Pero era una sensación personal mía. Yo tenía un problema y así lo afronté. Qué pasa cuando ese problema lo tienen otras personas. Supongo, que en la medida de que le sea conveniente, lo intentarán resolver en su conflicto interno. Pues no, el problema lo vuelves a tener tú. Es decir, si te enfadas con los dem

Dos victorias en dos partidos

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Bueno, llevo una semana de clases y ya estoy hasta ahí. Pero bueno, no es nada grave. Tras unos fines de semana de palos de ciego, parece que vuelvo a la rutina del invierno, y es que el verano es diferente en todos los aspectos. Aunque estés trabajando, el verano te saca de la rutina y te invita a hacer cosas que no haces el resto del año. El verano empezó yo creo que bien, y ha terminado no mal. Como siempre, muchas espectativas se frustraron y otras surgieron. Hay campos de mi vida que creí que iba a poder explorar y no he podido y otros que no había pensado, pues sí. Pero bueno, supongo que el balance es positivo. El fin de semana pasado estuvo más o menos bien. Sé que he vuelto a la rutina porque el fin de semana es deportivo. El estado de ánimo depende mucho de los resultados, y no han sido malos, sólo el inútil de Alonso nos jorobó el fin de semana. Pero en fin, el HFC Tím y el Estu ganaron. ¿Qué más se puede pedir?

He soñado que soy alumno de Hogwarts

Sí, llevo varias noches soñando que soy un mago adolescente con granos y primeros pelos y ultrahormonado. Vale, es cierto, muchas de esas cosas son ciertas, pero no soy mago. La verdad es que me gustaría abandonar la vida "real" y vivir siempre en un juego. Yo creo que sería mucho más feliz, y al fin y al cabo es lo que busco yo y mucha gente. Hacer de macarra adolescente este fin de semana me ha vuelto a llevar a los felices años de instituto en el que torturaba psicológicamente (físicamente no podía) a algunos compañeros. Pero debe ser que en la vida real es más fácil que en un juego. En los juegos todo el mundo tiene la autoestima por las nubes y es difícil humillarles. Y no es que yo haya sido un fanático de la humillación, que sí, pero es que mi personaje me lo pedía. Lo que pasa es que mi experiencia me dice que necesitas al menos una semanita para saber cuál o cuáles son las mejores víctimas del chantaje emocional. Así en unas horas es todo mucho más forzado, y más c