La Sombra del Viento
Sí, así se llama el último libro que me he leído. Un auténtico bodrio. Supongo que por ahí habrán escrito maravillas del libro y el autor, pero a mi me ha parecido una pérdida de tiempo.
Se trata de una novela que no aporta nada. No vas a aprender o saber nada que no se supiese antes de haber leído el libro. No te hace reflexionar sobre ningún tema de la vida ni siquiera te puedes identificar con ninguno de los personajes protagonistas porque son todos seres amorales que parecen sacados de las subtramas de las películas de Pedro Almodóvar.
Sólo al final consigue tener un punto medianamente interesante, cuando se precipitan los acontecimientos, lo que te hace pensar nuevamente para qué sirvieron las primeras 400 páginas del libro. Porque no es una de esas novelas donde cada detalle que parece insignificante después es importantísimo en otra parte del desarrollo de la novela. No, aquí el detalle insignificante lo es realmente, sólo sirve para perder la concentración de la supuesta trama principal y para dar "moralina" y planteamiento ideológico.
El ritmo lento y cansino es constante, perdiéndote en una serie de descripciones tediosas sobre lugares lúgubres y faltos de importancia. Epítetos repetidos hasta la saciedad que te sacan totalmente de la ambientación que se supone que debería querer dar el autor.
Pero quizá lo peor de todo es el desarrollo de las personalidades de los personajes. Todos y cada uno de los personajes son iguales, tienen la misma moral, los mismos ideales, y la misma forma de comportamiento. Y si por si esto fuera poco, además es que todos se expresan de la misma manera. Llega momentos en los diálogos en que ni siquiera sabes quién está hablando porque todos emplean los mismos recursos lingüísticos, las mismas metáforas la misma forma de hablar. Delirante. No se distingue entre personajes femeninos, masculinos, jóvenes, ancionos, etc. Todos son iguales y llegan a las mismas conclusiones.
Así que, si le sobran 50 horas, no pierdan el tiempo en este libro. Duerman o simplemente cuéntense los pelos de la cabeza. Perderán menos tiempo.
Se trata de una novela que no aporta nada. No vas a aprender o saber nada que no se supiese antes de haber leído el libro. No te hace reflexionar sobre ningún tema de la vida ni siquiera te puedes identificar con ninguno de los personajes protagonistas porque son todos seres amorales que parecen sacados de las subtramas de las películas de Pedro Almodóvar.
Sólo al final consigue tener un punto medianamente interesante, cuando se precipitan los acontecimientos, lo que te hace pensar nuevamente para qué sirvieron las primeras 400 páginas del libro. Porque no es una de esas novelas donde cada detalle que parece insignificante después es importantísimo en otra parte del desarrollo de la novela. No, aquí el detalle insignificante lo es realmente, sólo sirve para perder la concentración de la supuesta trama principal y para dar "moralina" y planteamiento ideológico.
El ritmo lento y cansino es constante, perdiéndote en una serie de descripciones tediosas sobre lugares lúgubres y faltos de importancia. Epítetos repetidos hasta la saciedad que te sacan totalmente de la ambientación que se supone que debería querer dar el autor.
Pero quizá lo peor de todo es el desarrollo de las personalidades de los personajes. Todos y cada uno de los personajes son iguales, tienen la misma moral, los mismos ideales, y la misma forma de comportamiento. Y si por si esto fuera poco, además es que todos se expresan de la misma manera. Llega momentos en los diálogos en que ni siquiera sabes quién está hablando porque todos emplean los mismos recursos lingüísticos, las mismas metáforas la misma forma de hablar. Delirante. No se distingue entre personajes femeninos, masculinos, jóvenes, ancionos, etc. Todos son iguales y llegan a las mismas conclusiones.
Así que, si le sobran 50 horas, no pierdan el tiempo en este libro. Duerman o simplemente cuéntense los pelos de la cabeza. Perderán menos tiempo.
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