Satisfacción infinita

Siempre se ha dicho que cuánto más tienes más quieres. Dándole vueltas a este axioma he pensado en la posibilidad de modelizarlo para ver si esta teoría es cierta. Más o menos, lo que se viene a decir es que si tienes uno, no lo haces asco a dos, y si tienes tres no te importaría tener cuatro.
Si pensamos en un modelo básico de una persona con dificultades para conseguir alimento, quizá su satisfacción se vea incrementada si le ofreces comida. Aún así su nivel de felicidad es mejorable: querrá agua, vestido, higiene y cubrir todas sus necesidades básicas. Después, una vez que ha cubierto estas necesidades fisiológicas quizá busque otro tipo de necesidades como educación, cultura, religión, ocio, una esposa, hijos. Una vez que tenga cubiertas todas esas necesidades quizá quiera amasar una gran fortuna, una vivienda más grande y en propiedad, un auto, una esposa más joven y atractiva, una rinoplastia. La cuestión es ¿tiene límite este afán por acumular satisfacción?
No lo he dicho, pero he supuesto todo el rato que el principio de utilidad marginal decreciente se cumple, es decir, la satisfacción que le provoca cada unidad adicional de "bien" consumido desde el no tener nada a tener muchas cosas va disminuyendo. El primer trozo de comida le supone más satisfacción, evidentemente, que su tercera esposa más guapa y esbelta.
Ahora bien, lo que sería difícil de demostrar es si llega un momento en que la utilidad marginal empieza a ser negativa. Es decir, el tener un coche más en tu colección no sólo no te hace la misma ilusión que tu primer utilitario, sino que además eres más infeliz. Esto haría poner en duda la racionalidad del individuo en cuestión que, como supuesto lógico, siempre intentará tomar decisiones que le beneficien. Sólo se cumpliría este principio básico si en el momento en el que adquirió el bien que le ha generado una mayor insatisfacción creía que iba a generarle más satisfacción.
Razonando esto y dándole vueltas a este ejemplo, he llegado a la discutible conclusión de que la incertidumbre sobre la utilidad es mayor cuando has alcanzado cotas altas de satisfacción y que la posibilidad de que tus acciones te hagan infeliz son mayores cuanto mayores son tus necesidades cubiertas.
Con este modelo podríamos explicar la tradicional cantinela que dice que los ricos también lloran y que mucha gente es pobre pero feliz. Como siempre, y termino con la conclusión que todos esperábamos, es una cuestión de espectativas. Digamos que el que está en el pozo y no espera nada de la vida, cualquier cosa que consiga le sabrá a gloria. El que está arriba, en la cima, tiene ciertas posibilidades de caer y muy pocas de subir más, porque ya está arriba, y cualquier desliz le hará estar en una posición relativamente peor. El primer individuo será más feliz que el segundo, aunque tenga menos "necesidades" cubiertas.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
totalmente de acuerdo contigo, cada vez tengo más cosas materiales, pero cada vez soy más infeliz.

Lo material en cualquier momento lo pierdo y los sentimientos, las personas que quieres y demás, se pierden con el tiempo sin poder remediarlo, haciendote muy infeliz.

Creo que lo único que me hace ser feliz en algunos momentos, es no perder la ilusión por mantener lo que he conseguido por mi misma y lo que yo soy como persona.
Victorino Blanco ha dicho que…
Gracias por tu comentario persona anónima. ¿Te conozco? Es que todavía me resulta muy extraño que gente que no me conoce comente, aunque me agrada un montón.

Entradas populares de este blog

Verdades y mentiras sobre la crisis económica

Rubén Kameli

Eurovisión de nuevo