La vida es complicada o yo la hago así

Tras un paso por Milán, en el que he vuelto a confirmar mi teoría que la gente de aquí es más fea, sigo griposo, aunque ahora he cambiado el moqueo por la fiebre. En fin, hoy empiezo mi nuevo horario infantil.
Todo transcurre según lo imprevisto y no tengo nada que declarar. Todo es tan monótono que da grima y, por qué no decirlo, asco. Pero todo sea por conseguir alguna vez algo positivo. Creo que estamos cerca de la solución final. ¿Mi vida cobrará sentido? Próximo capítulo en su casa. De momento a seguir echando papeletas para que la rifa me toque. De momento, todo está aplazado o en lista de espera.
En otro orden de cosas, el otro día me di cuenta de algunas cosas que me preocupaban en el tema de las relaciones sociales. Es curioso, pero todo no es claro, así que seguiré meditando. Me queda mucho que aprender de la conducta humana. Cuando tomo una decisión, no sólo pienso en el momento, intento valorar las consecuencias de mis actos, y aunque la cague, pues intento hacer lo más beneficioso para mi.

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