Blog de Vić

Esta mañana, en torno a las dos y cuarto, he decidido girar a la izquierda y mientras miraba una indicación para ver dónde iba, me he saltado un ceda al paso y un Golf me ha arrollado. Sí, me he cargado el Clio Blanco, y ahora no sé qué hacer. Estoy realmente dolido, yo necesito un coche. Es una necesidad creada pero es mi necesidad. Jo, quiero un coche. Estoy poníendome nervioso. Es un mal día. ¿alguien me puede ayudar?

En estas fechas tan señaladas y tal, es frecuente hacer regalos a la gente por una tradición que se remonta. Bueno, yo no soy partidario de regalar en fechas señaladas sino cuando te sale de ahí, pero el caso es que si la gente es más faliz haciendo eso pues me parece bien, y ya está, y punto pelota. Por si alguien está a bien con hacerme regalos voy a poner una pequeña lista sobre objetos inanimados que podéis adquirir en grandes superficies y tiendas de confianza. Ahora mismo necesito unas zapatillas Adidas de esas que uso yo que se ponen roñosas en nada. Diga lo que diga la leyenda, no las paso por debajo de un camión nada más comprarlas, y sí, alguna vez las llevé limpias. También me hacen falta un par de Levi's 501, uno azul medio u oscuro lavado a la piedra y otro negro. En principio eso es lo único que se me ocurre que vaya a comprar yo. También me alegraría tener una PSP, un pendrive, una espada láser, una wii, la colección completa de muchas cosas friquis, un Opel Astra

Empecé el fin de semana siendo un asistente a un concierto de Hard y de Trash Metal y terminé siendo comisario político en Stalingrado durante el invierno de 1942. Eso sí, por el camino fui un diplomático francés de principios del siglo XX, jugador de balonces, espectar de gran producción cinematográfica, comensal de restaurante china y chófer. Un dislate. Y lo que realmente tenía que ser, estudiante aplicado para terminar mi práctica para el miércoles, lo he dejado un poco de lado. Bueno, he empezado a leerme todo y espero esta noche avanzar un poco más, aunque no me apetece nada nada. Pero bueno, supongo que al final conseguiré algo... por si acaso le pediré a alguien que me pase algo por si me quedo en nada. Ahora en la cabeza lo que más me llama es crear una buena historia para mi politruk. Tengo que revisar mis antiguos trabajos sobre la economía Socialista y las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial. Esta mañana he ojeado mi antiguo libro sobre Historia de la URSS, porque qu

Ayer estando en clase, vi que el profesor llevaba un borrador de pizarra con el mango azul. Entonces fue cuando recordé mis tiempos de instituto, posiblemente la etapa más feliz de mi vida. Recuerdo como Jorge y yo íbamos clase por clase en busca de borradores huérfanos para nuestra clase. Había clases que tenían que borrar con "Kleenex" y papel higiénico, y nosotros llegamos a tener hasta 6 cepillos. Por las tardes, cuando me aburría, me acuerdo que los decoraba. Hubo uno que lo pinté de negró con pintura acrílica y le puso el nombre de la clase en rojo. También tuve uno azul. Después estaba el oficial: cogía el aparato para hacer ojales de la máquina de coser de mi madre y una maceta de mi padre y cincelaba el número del curso y la letra de nuestra clase en la madera del borrador. Era una obra de arte. Grababa a relieve nuestro borrador para que todos supiesen que ese era el nuestro. Me sentía importante siendo el "Master de los borradores". Y hablando de Jorge,

Hemos estado en Italia una semana. Sí, todos los años he tomado como costumbre el ir a Italia. Este es el quinto año consecutivo que me ven por allí. Pero es que allí la gente es mejor. Cuando vuelvo al barrio, me da asco lo fea que es la gente de aquí. Yo tengo más clase que ellos, de hecho, podría ser italiano, aunque no sé si tengo la clase suficiente para ser un milanés. En la Via della Spiga están todas las casas de moda y complementos más importantes de la capital de Lombardía. Realmente tienen mucho gusto y mucha clase. Y ni que decir tiene que las italianas están de rechupete. Sí, me llamarán sexista por decir lo que pienso, pero me la... no espera, esta frase es de otro, se supone que yo soy algo más original. Bueno, las italianas me superan. Esos grandes senos, esas caras dulces y a la vez perversas, esos peinados imposibles y esa ropa ligera y elegante. Realmente llaman la atención. La verdad es que me llaman la atención todas, de todos los lados, pero la novedad te llama