Cambios

Esta semana he dado un pequeño giro a mi vida. A ver cuánto aguanto. En una parte, pues he hecho una cosa que no quiero decir, vamos mis más allegados de mi familia lo saben, pero el resto no. No es que me dé vergüenza, es que prefiero que sea una sorpresilla. Así que no preguntéis. No es nada malo y es algo que sólo me sirve a mí, así que espero que quien lea esto no se emparanoye, que es una tontada.

La otra cosa es que estoy escribiendo. Todos los días le dedico cinco minutillos, puede que más. La idea es crear una serie de reflexiones sobre cómo me gustaría que fuese el mundo. Supongo que si escribo muchas veces habré alcanzado muchas ideas, las ordenaré y les daré un formato y estructura. No tengo grandes pretensiones, solo crear un cuerpo base de mi ideario.

Y es que el otro día me dijeron que mi pensamiento no es claro, y eso es porque las personas tendemos a estandarizar todo. Una persona que opina una cosa en tal tema, va a opinar esto en este, esto otro en este y así sucesivamente. Y no tiene por qué ser así. Es cierto que un gran número de personas funciona así. Yo supongo que básicamente es porque la gente no está para pensar en todo y prefiere acudir a referentes, a creadores de opinión, que simplifiquen una cuestión para hacerla más digerible y así hacer un juicio de valor de una manera sencilla. No es que la gente se despreocupe de los temas, es que es imposible que un individuo abarque la universalidad de los temas que hay en la vida.

Después de decir esto podría parecer pretencioso que yo pretenda hacer eso. Nada más lejos, quizá es que yo por mi formación, mis intereses y mi profesión me siento muy ligado a la forma de construir una sociedad. Obviamente, por ejemplo, mis opiniones sobre otros temas como el cine, la mecánica clásica o la filosofía de Hegel me importan muy poquito y es en esos temas donde no tengo opinión o prefiero escuchar a gente que opine y que me cuente la suya a ver si me parece bien, pero en temas como la Economía, creo que puedo hacer un alarde y tratar de marcar mi propia línea.

Quién sabe, quizá algún día alguien me siga.