El estado

Cada día tiene en mí más peso la idea de que la justificación del estado es muy débil. Ahora tengo claro que la justificación del mantenimiento de un estado está en una serie de puntos que nunca se cumplen, y las últimas noticias que suenan parece que van a agudizar la diferencia entre el papel real del estado y mi ideal.

Desde mi punto de vista el Estado es una institución muy sencilla que debe garantizar una serie de servicios que, o no se pueden proveer de otra manera, o los costes de hacerlo de otra manera serían inasumibles para un gran número de personas.

En este sentido, yo considero estas funciones:

  • Mediación judicial última: es decir, solución de disputas entre particulares que no hayan podido resolverse de otra manera.
  • Garantizar la formación básica universal: Asegurar que todo el mundo reciba los recursos suficientes para la inversión en su formación académica que complemente la educación familiar.
  • Sistema sanitario universal y completo: Crear una red sanitaria trasversal que provea a todos los ciudadanos de un servicio de atención sanitaria profesional desde la prevención hasta el tratamiento. La salud nos concierne a todos.
  • Garante de Ahorros y Seguros: Velar por que la capitalización de las contribuciones realizadas a los diferentes sistemas de Ahorro y Seguro cumplan con sus obligaciones con el contribuyente y puedan ser rescatados o utilizados de la manera prevista, siendo el estado responsable subsidiario ante el incumplimiento.
  • Representación diplomática: Ejercer para todos los representados del estado los trámites administrativos necesarios para su libre movilidad por el mundo en condiciones de seguridad y protección diplomática adecuada.

Teniendo en cuenta esto, y oyendo lo que se oye, uno se pregunta para qué sirve el dinero que nos quitan mendiante impuestos, tasas y contribuciones. Cada día veo que estas misiones que, en mi opinión, son fundamentales, no es una prioridad para el estado, y se destinan recursos a muchísimas otras partidas que, lamentablemente, no se cuestionan, mientras que se está cuestionando algo tan claro y tan demandado por una clara mayoría como la sanidad universal, por poner un ejemplo.

A veces dan ganas de salir a la calle y no cumplir ninguna de sus normas. Pero claro, la represión sería brutal, que para eso sí hay dinero, siempre.

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