El hombre olvidado

Hoy he tenido un sueño. Soñé con un mundo que no existe, lleno de bosques y naturaleza. En él había una isla, en esa isla se perdió un protagonista. Un hombre que quería ser olvidado pero no sabía cómo hacerlo.

Para que al hombre le olvidasen, él mismo tuvo que olvidarse de quién era. Perdió sus recuerdos, se dejó caer, y se desatendió. Perdió el contacto con los demás y, con el tiempo, su capacidad de hablar.

El hombre salió al bosque, a su isla, su pequeña isla donde todos le habían conocido. Le recordaban como un hombre arrivista y ventajista, un hombre que se aprovechaba de los demás. Tenía buen corazón, y por eso muchos le querían, pero le recriminaban esas actitudes egoistas. Eso es lo que llevó al hombre a querer olvidar. Eso, y algo más.

Los hombres salieron de caza, y se llevaron al protagonista. No sabía hablar, apenas caminar y no se comunicaba de ninguna manera. Parecía que le habían olvidado, el hombre se sintió aliviado. Nadie sabía quién era ya, consiguió su objetivo.

Pasó la mañana y llegó la tarde, el hombre empezó a hablar. A comunicarse, la gente que él recordaba era la misma, pero él no, porque su otro yo, había sido olvidado. Ahí me desperté.