Disfrutemos despacito los buenos momentos

Por fin funciona esto. Hace unos días intenté escribir algo y no me dejó. Se fastidió el cacharro este. En fin, continuaré con mis divagaciones.

Me duele la garganta. Sí, es un hecho recurrente, pero es que ahora, realmente, es mi única preocupación seria. Tengo otras, que también son serias, pero no está en mi mano resulver, y como ya dije, lo que no está en mi mano no me puede paralizar. Es decir, ayudaré en la medida de mis posibilidades, pero no puedo hacer más.

En este sentido estoy en una bonita etapa de mi vida. Creo que, además, va a ir mejorando con el tiempo. Es cierto que todo es susceptible de empeorar y que no se puede ni debe hacer pronósticos sobre hechos que no siguen ningún modelo predecible, pero todo apunta a buenos fines. Esperemos que así sea, por mi bien y por el de los que me rodean.

Me va tan bien, que empiezo a preocuparme de problemas de otra gente, algo para lo que hasta ahora no había tenido mucho tiempo. Siempre había parecido un poco egoista, pero era por eso, resolver mis problemas me llevaba demasiado tiempo y no tenía tiempo para los demás en demasía. Ahora sí. Es curioso que esta situación se haya producido cuando algunas personas se han alejado de mí y otras nuevas se han acercado. Nada es definitivo pero todo suma, no lo he meditado ni lo haré, pero en mi cabeza tengo un poco claro la preponderancia de todo en mi estado. A veces las cosas son lo que parecen.

Por lo demás, tengo que decir que dentro de un mes, creo que habrá aún más tranquilidad en mi vida, y podría ser algo maravilloso. Pero me gustaría disfrutar este tiempo despacito.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Si, despacito y a pequeños sorbos, para que dure.

Genial :)


Cleo

Entradas populares de este blog

Verdades y mentiras sobre la crisis económica

Rubén Kameli

Eurovisión de nuevo