El sábado metí tres goles - Y a mí que más me da

Hubo una vez un hombre que tenía un dolor de hígado que no le quitaba. Este hombre que pudo existir contaba sus peripecias así:
No duermo por las noches, no me centro por las mañanas, estoy dubitativo por las tardes.

Es difícil expresar sentimientos con palabras, pero tengo un estado de alteración permanente que sólo se me pasará con el tiempo. Es irremediable. Me imagino mi vida de otra manera, cómo sería. Pero no es, no sé, pero no es. A mi me gustaría, mucho, pero es complicado lanzarse porque no soy capaz de ver la ocasión, si es que ha hubo, la hay o la habrá.

Me dirás que qué pierdo, en principio nada, pero valoro más esperar a una posición óptima, que tampoco sé si llegará. ¿Por qué me duele el hígado? Por la incertidumbre; la primera ¿cuándo volveré a tener ocasión? Sé que algún día llegará, pero no sé cuando. El próximo fin de semana, dentro de un mes, después del verano… entonces ¿será tarde? ¿Habré perdido mi oportunidad si es que alguna vez la tuve?

Seguro que Sabina compondría una canción sobre esto, y Calamaro 224 en una tarde, pero yo no. Tengo una duda, está claro que me gustaría aprovechar mi oportunidad, y que posiblemente veo cosas que no hay y no veo cosas que sí hay, pero no me doy cuenta. Pero hay algo que me inquieta. Y es que no pienso con claridad, no soy activo. Creo que estoy pensando que me tengo que currar un huevo la situación y a lo mejor es más fácil de lo que creo.

Y es que no pienso en nada más. Sí, disimulo y hago que continúa la vida, pero no hay nada más, sólo esto. Por eso cuando me voy a la cama no puedo dormir, por eso es que por las mañanas solo pienso en mi próxima oportunidad. Por eso es que el resto de las cosas me dan igual. Pero lo malo es que no tengo valor, no tengo la voluntad suficiente. Así que, de momento, sigo dependiendo de otros. Pero es que lo demás me da igual.

Ya sé que es fácil decir, actúa y tal. Pero no es tan fácil. No sé, yo sé que encajo perfectamente, lo que no sé es si alguien más lo sabrá.

Este es dolor de hígado de este hombre, el más largo que he podido contar nunca.

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