No puedo decir la verdad
Hay gente que le da mucha importancia a la verdad, o eso dice. Yo creo que a la gente le gusta mentir, pero no como una enfermedad patológica, sino porque creen que mintiendo se protegen ellos mismos o a otras personas. En cierto modo creo que yo también estoy en ese grupo.
Es difícil decirle a alguien que está tirando su vida a la basura, o que está cometiendo un error o que sus decisiones le van a ocasionar un gran disgusto. Incluso yo mismo seguro que de vez en cuando me invento patrañas para ser más feliz.
Esto nos lleva a pensar que hay ideas imaginarias que sirven para llevar la vida de mejor manera. Supongo que hay dos tipos: las que cuentas de manera inconsciente y las que cuentas a sabiendas de que es mentira. Supongo que hay más tipos de clasificaciones, como puede ser las que hablan de mentiras explícitas y las que se utilizan como omisión de la verdad. A mi me gustaría centrarme más en la primera clasificación.
Yo conozco gente a la que me gustaría decirle lo que pienso de su vida, de sus decisiones y de su relación conmigo y con otras personas. Y no puedo. Yo prefiero mentir ocultando la verdad, pero es mentir al fin y al cabo. ¿Y por qué? La verdad es que lo paso bastante mal en esas situaciones. Lo peor es que incluso tienes que mentir a la gente que más aprecias y que más ha estado a tu lado. Esto a mi me parece una total falta de confianza.
Supongo que si le dices a alguien lo que piensas es porque no temes a la reacción de esa persona, sea buena o mala, pero si no se lo dices es porque sí temes. Hay gente que dirá que eso es educación y no temor, pero yo no estoy de acuerdo. Si tengo un amigo de un amigo que me parece que está haciendo algo que no me mola y se lo digo, quizá le siente mal y a mi me dé igual, pero quizá mi amigo se mosquee también conmigo y eso no me gusta. Al final no le digo nada a ninguno de los dos y yo estoy en una situación incómoda.
Cada día valoro más el poder expresar tranquilamente mis ideas sin miedo a que el juicio posterior traiga consecuencias en mis relaciones.
Es difícil decirle a alguien que está tirando su vida a la basura, o que está cometiendo un error o que sus decisiones le van a ocasionar un gran disgusto. Incluso yo mismo seguro que de vez en cuando me invento patrañas para ser más feliz.
Esto nos lleva a pensar que hay ideas imaginarias que sirven para llevar la vida de mejor manera. Supongo que hay dos tipos: las que cuentas de manera inconsciente y las que cuentas a sabiendas de que es mentira. Supongo que hay más tipos de clasificaciones, como puede ser las que hablan de mentiras explícitas y las que se utilizan como omisión de la verdad. A mi me gustaría centrarme más en la primera clasificación.
Yo conozco gente a la que me gustaría decirle lo que pienso de su vida, de sus decisiones y de su relación conmigo y con otras personas. Y no puedo. Yo prefiero mentir ocultando la verdad, pero es mentir al fin y al cabo. ¿Y por qué? La verdad es que lo paso bastante mal en esas situaciones. Lo peor es que incluso tienes que mentir a la gente que más aprecias y que más ha estado a tu lado. Esto a mi me parece una total falta de confianza.
Supongo que si le dices a alguien lo que piensas es porque no temes a la reacción de esa persona, sea buena o mala, pero si no se lo dices es porque sí temes. Hay gente que dirá que eso es educación y no temor, pero yo no estoy de acuerdo. Si tengo un amigo de un amigo que me parece que está haciendo algo que no me mola y se lo digo, quizá le siente mal y a mi me dé igual, pero quizá mi amigo se mosquee también conmigo y eso no me gusta. Al final no le digo nada a ninguno de los dos y yo estoy en una situación incómoda.
Cada día valoro más el poder expresar tranquilamente mis ideas sin miedo a que el juicio posterior traiga consecuencias en mis relaciones.
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