Las camas



Hoy quiero tratar un tema, creo, trascendental que causará debate entre la peña. Se trata de las camas y de la desaparición de ciertas medidas. Sólo tienes que visitar el último catálogo del Ikea para comprobar que la simplificación nórdica ha hecho mucho daño a la sociedad.

Ahora mismo no puedo comprar una cama como la que tengo en mi casa. Los estándares de la cama dictan que los colchones son de 90 cm., de 140 cm. o de 160 cm.

En mi habitación no entra una cama de 140 cm., pero una de 90 se hace corta. Parece una tontería, pero depende del tamaño de la habitación, puedes considerar darte el placer de tener una cama de más de 90 centímetros pero no tener espacio para 140. Medio metro si importa, ni Rocco.

Así que si quiero una cama de 105 o 120 centímetros (tamaños que históricamente eran habituales en las tiendas de camas) te la tienes que comprar a medida, con el consiguiente gasto.

Estoy pensando en ir al Leroy Merlin y con unos tablones arreglar mi cama, que está un poco rota. Pero bueno, que me parece una injusticia social.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Verdades y mentiras sobre la crisis económica

Rubén Kameli

Eurovisión de nuevo