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Mostrando entradas de marzo, 2007

Quién sos vos

Como ya comenté alguna vez, me sorprendo al ver que el contador de visitas de la bitácora aumenta a un ritmo lento pero constante. Y no sé a qué es debido, ya que aquí no revelo información interesante, ni regalo nada, ni ofrezco nada, solamente comento cosas que veo, oigo o pienso. Y no todas las cosas. Me gustaría saber, por tanto, quien sos vos. Vos que visitás la página por casualidad o que sos un lector habitual. ¿Qué hiciste para llegar acá? No es sólo una necesidad de conocimiento para hinchar mi ego, que también, sino para poder saber qué es lo que gusta. La bitácora no tiene una intención comercial, obvio, pero si de entre todas las cosas que podría poner cada vez que me asomo puedo saber qué es aquello que es más interesante para los lectores, mejor para todos. Después de esta introducción en la que dejo claro mi agradecimiento a los lectores, ahora voy a contar un poco como está la situación en el mundo. Mi mundo más cercano no se mueve, está fijo, aunque puede que esta se

No sé si lo he visto en una película

Iba paseando por la calle, dando tumbos. Estaba drogado o bajo la influencia del alcohol, un hombre grande, musculoso y alto. Del hombro iba otro que fue empujado por Tomás, poniéndose en su lugar. El hombre alto no se dio cuenta y siguió su seseante camino sin inmutarse. Sí Tomás estaba siempre a la sombra, sólo aparece para beneficiarse de la desgracia ajena. Estaba con David y se nos acercó el hombre alto, solo. Tenía una misión para nosotros. ¿Para nosotros? Nosotros no cumplimos misiones, no trabajamos para nadie, no somos importantes. Daba la impresión que se nos acercó a nosotros porque éramos los primeros a los que vio, pero no sé, nosotros no éramos nadie. Obviamente le dijimos que se había confundido de personas, pero insistió - Tengo una misión para vosotros. Apareció Tomás, aunque no sabíamos su nombre todavía, en un coche, un Ford Taurus. Nos subimos los tres. Tomás conducía de manera sosegada y tranquila, como si no hubiera prisa, cosa que enervaba al hombre alto. Tres

Decibelios: Qué puedo hacer: Matar.

Hay momentos en los que no sabes qué decir, en los que tu cuerpo sin saberlo va por ti... Así empezaba una serie francesa de principios de los 90 y que emitían por Telemadrid. Qué tiempos aquellos. Pues ahora me apetecería una situación de esas, hacer las cosas sin pensar. Se iba a enterar más de uno, porque sigo teniendo ganas de reventar cabezas y aplastar rótulas. En estos momentos, en los que la violencia, los coches y el sexo desmedido pueblan mi cabeza, es cuando dices "necesito unas vacaciones". Uf, un par de días en casa perreando sin ver a nadie y sin hacer nada. Pero tengo unas ganas de matar o algo... yo creo que esto se solucionaba prendiendo fuego a un gato rociado previamente con gasolina o algo así, diversiones inocentes. O tirando una cabra de un campanario. En fin, supongo que como todo, la vida seguirá pasando y tal y yo seguiré sin aniquilar como querría. Todo sea por la paz social.

Denuncia

Quiero hacer una denuncia pública. Como bien sabréis, el Blog del Misterio es la joya de la corona de mis creaciones internetísticas (nuevo vocablo para la RAE). Pues no suben las visitas en el contador. No sé por qué. Supongo que es un plan malévolo para hacerme la vida imposible, como aquellos que vetaron mi entrada al Blog de HFC. Pero como ellos, serán ajusticiados. Terribles tiempos estos en los que un rufián puede decir "ni" a una vieja. Pues que sepan los del SiteMeter que la gente me sigue visitando aunque ellos no lo sepan o no quieran contarlo. Ja. Porque es una página de gran calidad hecha con cariño y dedicación.