Tremendo tremendo

Quiero comentar acerca de algo que no creo que sea real pero a veces pienso que podría serlo. Y es una especie de maldición que circunda mi entorno. El caso es que me he dado cuenta de que la vida social de los que tienen conflictos conmigo, pasa a caer al ostracismo.

En mis orígenes, ocurrió lo contrario, mis conflictos con otras personas me llevaba a salir del grupo a mí y tener que buscar refugio en otro grupo que me acogiera. pasó varias veces, pero desde hace unas décadas, mi grupo es más o menos estable.

La cuestión es que el que me condena, termina condenado. Y no tiene explicación. De hecho, al revés no ocurre, la gente a la que yo dilapido, termina por seguir en el grupo, tengo que ser yo el dilapidado, si no no vale.

Menuda cosa más rara.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sustitución de Gervasio II por Gervasio III

La Fórmula 1: ¿En qué consiste?

Rubén Kameli