La bondad no impide la frustración

El suicidio es una solución, aunque no es la única. Lo que si caracteriza al suicidio es el carácter de definitivo. Parece precipitado el recurrir a la única solución definitiva y no intentar probar aquellas que tienen marcha atrás.

La bondad humana es subjetiva, aunque parece que hay ciertas normas básicas comúnmente aceptadas. Eso sí, las excepciones a esas normas ya no están tan claras. El otro día oí a un ser que decía que él consideraba malo quitarle parte de su salario a un pobre, pero veía bien recortar beneficios al dueño de una empresa. Estamos en temas de igualdad: tratar iguales a los iguales y diferente a los diferentes. Es la única explicación que le doy.

Pero por qué pensar en el suicidio. Supongo que surge cuando ves frustradas todas tus espectativas de vida. Por lo tanto las condiciones que llevan al suicidio son totalmente subjetivas y dependientes de las esperanzas puestas a lo largo de la formación de tus aspiraciones. Una persona sin objetivos es más difícil que tenga tendencias suicidas que una persona agobiada por un montón de metas que llevar a cabo, ya que cuantas más hitos pongas en tu vida más posibilidades hay de que todos ellos no puedan ser conseguidos.
Pero el problema surge a la hora de saber cuándo no has conseguido esos objetivos. Está claro que si tienes un objetivo datado, es fácil saber si lo has cumplido o no, pero si no está datado el objetivo podría estar en espera de por vida. Ahí vuelve a entrar la frustración.
La frustración que más me intriga es la de defraudar a los demás. En el fondo, defraudar a los demás es defraudarte a ti mismo. Tienes miedo a defraudar a los demás porque en el fondo habías esperado no llegar a esa situación y, por lo tanto, tenías unas espectativas contigo mismo. Pero está claro que sólo te duele defraudar a aquellos en los que no tienes una seguridad de tener un lazo firme. La gente que confía en tí siempre nunca se verá defraudada por tí, sólo puedes defraudar a aquellos que han puesto una confianza en tí condicionada a que no hagas algo. Y eso es lo que creo que hay en el fondo de todo esto, la confianza.
La confianza es muy importante. La gente que te estima hagas lo que hagas, sin condiciones, tal como eres, sin miramientos, puede poner esperanzas en ti y a veces no cumplirlas, pero no le dará mayor importancia. La gente que sólo está contigo para aprovecharse de determinadas cualidades tuyas, con condiciones, esa es la que puedes defraudar y las que condicionan tu vida en ese sentido.
Una vez dije que tenía miedo a defraudar a los demás. Es un problema, porque en el fondo es reconocer que no confío en ellos y que creo que si me comporto de una determinada manera que de algún modo, les defraude, les perderé. Y eso agobia hasta el punto de pensar en que no hay solución y que sólo hay una alternativa posible.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
�que problema tan importante, es capaz de solucionarse con el suicidio?.

Para mi no hay nada ni nadie que justifique el fin de mi vida.

Porque mi vida es lo �nico realmente vivo y aunque esta un poco condicionada por donde naces siempre puedes guiarla como m�s te convenga.

Me preocupa, que una persona, recurra a esta idea aunque s�lo sea en pensamientos.

Confiamos y te estimamos tanto y creemos tanto en ti, que quiero pensar que este art�culo s�lo es una provocaci�n y una llamada de atenci�n.

Un beso.

Y no nos defraudes.

�Sabes qui�n soY?
Bortx ha dicho que…
Si realmente no quieres defraudarnos, deja de hablar del suicidio como una posibilidad y mira hacia adelante. Tienes muchas razones para hacerlo.

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