¿Cuándo escuchas música que oyes?
El otro día descubrí que hay gente que lee este blog de enfermos. Claro, yo tengo localizadas a las cinco personas que leen esto con nombre, apellidos dirección y teléfonos. Es más que probable que el nuevo lector sea un antiguo lector que cobardemente no ha querido dar su nombre. Incluso tengo sospechas de quién puede ser, por sus faltas de ortografía y su falta de locuacidad verborreica a la hora de practicar el arte de la escritura. Pero cabe la posibilidad de que sea un visitante. El hecho es que tal persona me propuso que abriera un artículo con ese título. El otro día un patán conocido mío me dijo que a mi me gusta la música para divertirse. Yo le respondí que si a él le gustaba la música para amargarse... Me respondió que escuchaba la música que le emocionaba. Pues eso, hay música que emociona y música que no lo hace. Dream Theater, por ejemplo, no me emociona, no me llega a nada. No me siento identificado con la letra, no me evoca nada (sí, porque no la entiendo). No me sient