Mi Odisea
Siempre que me acerco aquí suele ser porque he intentado dar un nuevo giro a mi vida. Creo que ya he dado muchas vueltas, pero no demasiadas, porque eso significaría que ya tendría un rumbo, y sé que no lo tengo. Quizá nunca lo encuentre. Lo importante es saber encontrar algo de provecho mientras encuentro mi Ítaca personal. Son muchos años de travesía y los que me queden en los que debo saber capear los temporales. Aunque las emociones de la Odisea no tienen nada que ver con las que vivo yo. Sí, hay momentos realmente divertidos e incluso emocionantes, pero nada que ver con una epopeya clásica mitológica con erótico resultado. Además, a mi no me espera ni un Reino, ni un hijo ni una esposa. La verdad es que no sé qué me espera ¿el tártaro? Decía Woody Allen que es mejor ser el jefe aquí que un don nadie en el cielo pero, ¿qué pasa si no eres nadie aquí? Ese judío, misántropo, neurótico, sexoadicto y depresivo me está comiendo un poco el tarro. ¿Cómo se puede triunfar tanto siendo tan