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Mostrando entradas de agosto, 2010

Quiero no pensar

Me he dado cuenta de que en los momentos en los que me encuentro peor parece que son los mejores momentos para escribir. La verdad es que no sé si estoy bien o mal. He estado un tiempo sin pensar, con otras preocupaciones más serias quizá, viviendo reveses en mi vida, situaciones complejas y momentos duros en mi entorno, y entonces he dejado a un lado mis pensamientos. Pero mis pensamientos vuelven a brotar, y me doy cuenta que cuando hago eso me encuentro mal. Empiezo a pensar lo que piensa la gente, lo que pienso yo, hacia donde va mi vida y, y, pues, todo eso, no me viene bien, pero parece que no puedo o no quiero evitarlo. Es algo asqueroso, pero es lo que hay. Quiero no pensar.

Proyectos de inversión

Hoy podría ser un día alegre para mí. Estoy echo un lío, o no, o no sé. No sé si tengo las cosas claras, si confundo o lo tengo demasiado claro. A eso me refiero cuando digo que estoy hecho un lío. Últimamente estoy seguro de que mis relaciones con los humanos, con algunos en concreto, se han vuelto más profundas y sinceras, pero no sé que hay detrás de aquello. A veces pienso que confundo los deseos con las realidades, y no sólo en lo que respecta a la relación de los demás conmigo, también en lo que respecta a mi relación con los demás. Se podría decir que a veces quieres tener un deseo de una manera tan fuerte que inconscientemente te induces ese deseo hasta el punto de no saber si ese sentimiento es real o es inducido. Hay quien dirá que tampoco hay mucha diferencia, pero hasta ese apartado no lo tengo claro. Pero ¿Cómo explicar el estado en el que en estos momentos estoy involucrado? Es difícil. Últimamente estoy dándole unas pequeñas vueltas a un asunto, se trata de un proyecto i

Lo bueno y lo malo

Últimamente he perdido la fe en la humanidad y esto, supongo, que se resume en que he perdido la fe en mí. Estoy viviendo una etapa muy contradictoria. Creo que estoy en un buen momento, aunque me queje bastante la mayor parte de las cosas no me salen del todo mal y mis fracasos no son vitales, simplemente son pequeñas piedrecitas que incomodan algo mi camino pero que no lo impiden. Sin embargo me he llevado algunas decepciones de algunas personas que creía que eran de mi confianza. El problema es que no sé si el que ha decepcionado soy yo, que todo es posible. Mi círculo de gente de confianza está en una mínima extensión, de hecho creo que está en la mínima extensión. He comentado muchas veces el tema de la gente que viene y va, gente que no sabes si se quedará y gente que apartas o que te aparta. Ahora estoy en un momento en el que esa gente de paso parece que se larga y viene poca gente nueva. Eso sí, últimamente he conocido a gente que yo creo que tienen una gran calidad humana. Po

7 años en la miseria

Este blog lo empecé unos 10 meses después de mis crisis gordas de ansiedad. Había tenido ataques de ansiedad, sin saberlo, desde muchísimo antes, pero las crisis se agudizaron cuando dejé la universidad y empecé a trabajar. Con el tiempo creo haberme dado cuenta de que todo es miedo al fracaso. De alguna manera. Mientras estaba estudiando, siempre había posibilidad de cambiar el rumbo, pero cada vez va siendo más difícil. A esto hay que sumarle el que siempre dejas cosas atrás, cosas que no podrás hacer y el hecho de que muchas cosas que te gustaría haber cumplido no las has conseguido. Es por tanto, una crisis de madurez. Obviamente, todo el que tiene una crisis de madurez no sufre crisis de ansiedad, y seguramente en mí hay algo que me hace diferente. Ni mejor ni peor, diferente. Desde que empecé el blog se puede ver como voy evolucionando y mi "felicidad" va aumentando y cayendo cíclicamente. No sé en qué punto estoy ahora, pero sé que soy más feliz que hace cinco años cua

Vivir en un sueño

Los sueños raramente se cumplen. Por eso son sueños y no realidades. Cuando juegas a la lotería sabes que lo más seguro es que no te vaya a tocar y, a pesar de todo, juegas y confías en que así sea. Por mucho que te digan que no, que es imposible, que estás perdiendo el tiempo, siempre confías en que algún días te toque, que la suerte llame a tu puerta y puedas vivir el sueño como real. Pero eso le pasa a muy poca gente. Yo tengo un sueño, ahora mismo lo tengo. Puede que en un tiempo, unos días, unas semanas, unos meses, ese sueño desaparezca, pero yo lo tengo. Y a pesar de que sé que es sólo eso, un sueño y nada más, sigo pensando que algún día se hará realidad. Y eso es lo peor. Dicen que cuando se cierra una puerta se abre otra, pero puede que para encontrar la nueva puerta tengas que salir de la habitación en la que te encuentras, y a veces no ves el camino de vuelta. En la habitación está tu sueño, lo buscas y lo buscas como el que busca las llaves perdidas, pero no está. Además,

Te quiero, pero sólo como amigo.

Si me diesen una moneda cada vez que me han dicho eso, tendría unas cuantas. No sé. ¿Tengo algo raro? Supongo que da igual y que no debería ser motivo de preocupación, pero el caso es que lo es. No me parece razonable ni lógico lo que me pasa, y que esta coletilla se repita tantas y tantas veces a lo largo de mi historia. Y cuando estás en esa honda, pues guay, pero cuando no, pues es una gran... un gran fastidio. Supongo que a veces no pido nada y lo que me gustaría ofrecer. Aunque esa situación sería más injusta si cabe. En fin, siempre me dicen que alguna vez esto no pasará, e incluso irónicamente es posible que sea al revés, pero ya me empieza a parecer una broma de mal gusto. Tampoco soy tan buen amigo ¿no? Ahí lo dejo.

Lo único que me preocupa en la vida

Hay veces que piensas que hablando se entiende la gente. Bueno, es cierto, pero en muchas ocasiones estás más liado que antes de hablar. Esto me ha pasado este fin de semana. Este era el fin de semana que estaba esperando para poner las cosas claras. La verdad es que tampoco había muchas cosas que poner encima de la mesa, estaba ya casi todo dicho. Estoy en una situación bastante maja. No sé, me gusta lo que estoy viviendo aunque me genere algo de estrés y descontrol, pero tiene muchas cosas positivas. A mí me gustaría correr más a veces, pero si corres te puedes caer, y la verdad es que yo no sé nada del tema del que estoy hablando. Así que lo mejor es vivir lo que suceda sin más. Lo tengo claro, yo estoy agusto así, no pido nada. Yo ofrezco más, pero si no se quiere, tampoco importa, la oferta estará ahí algún tiempo, no sé si largo o corto, pero durante algún tiempo siempre se podrá coger esa opción que ofrezco. Y ya está tampoco hay mucho más. Básicamente esto es lo único que me pr

Hay que quererse a uno mismo

A veces pienso que me aburro de la vida, no porque no tenga nada que hacer, es más bien que no me apetece hacer nada, nada me motiva, o eso creo. Por eso aveces pruebo hacer cosas nuevas o retomar cosas antiguas. Hay gente que me dice que soy un tradicional. Será por algo, aunque tampoco lo soy tanto. Esto me recuerda a cierto grupo de gentes que ya no frecuento y que, quizá, no me guste su forma de ser. Probablemente por mi tradicional forma de ver las cosas. Pero, de vez en cuando, me gusta volver a mis orígenes. Al otro día me reencontré con uno de estos grupos de gente que hacía mucho que no veía. Más o menos es igual que siempre, sólo que, ahora, me pierdo aún más. Esta gente habla de gente que no conozco. En ese grupo hay gente que no soporto. Y no entiendo por qué hay gente que sí lo hace. No lo entiendo ni lo comparto. Pero puede ser que la gente quiera sin más. Creo que tengo un problema de cinismo y de hipocresía. Eso sí, últimamente tengo menos frentes abiertos, estoy

La soledad II

La soledad, además de todo lo ya expresado, es el no poder compartir todos los aspectos de tu vida. Todavía, a día de hoy, no soy capaz de abrirme totalmente a nadie. El no tener un confidente en todo momento, alguien para compartir los malos y los buenos momentos, alguien que te apoye y a quién apoyar. Eso, también es soledad. Hay ciertas veces que me gustaría decirle a alguien lo que estoy pensando, pero ese alguien no existe. Hay momentos en los que me gustaría equivocarme con la salvaguardia de esa mano amiga que te retire la mano del fuego cuando te vas a quemar o que te ponga la tirita cuando te has accidentado. Esto, creo que tampoco lo tengo. Ayer me dijeron que la predisposición de la gente a ser positivo o negativo ante las incertidumbres de la vida es algo genético. En este sentido, yo creo que magnifico lo que me sale mal e infravaloro lo que me sale bien. Por eso yo veo la soledad como un mal y no como un bien. Parece ser que todos de vez en cuando necesitamos reencontrarn

No tengo ideas

Hay muchas razones por las que hacemos las cosas. Cuando alguien hace algo por nosotros, nos preguntamos por qué lo hará e intentamos buscarle la explicación. Obviamente, parece que nadie da nada por nada. El altruismo en realidad no existe. Esta mañana he vivido uno de esos momentos de altruismo mutuo con una persona. Nos hemos apoyado. ¿Por qué? Pues no sabría decirlo. Y si ni siquiera sé decir por qué lo hago yo, ya imaginar por qué lo hará esa otra persona es imposible. Obviamente nos unen ciertas vivencias en común e incluso una forma parecida de ver muchas cosas. Pero a veces es bonito pensar en algo más. ¿En qué más? Ni idea.

¿Hasta dónde dura mi paciencia?

Ahora mismo estoy cabreado. ¿Por qué? Porque me canso de la sensibilidad sensible de cierta gente. Ya alguna vez he hablado sobre este tema. Me toca mucho la moral el que se ande con susceptibilidades absurdas conmigo y, normalmente, no me importa reaccionar bien y poner la otra mejilla, pero un día de estos la voy a montar y me van a dar igual las consecuencias. Y es que hay ciertas actitudes que asquean mucho cuando se hacen sin motivo. Y si se tienen motivos pues también habrá consecuencias. Yo no puedo estar siempre preocupado por ver si los demás se van a sentir heridos por mi forma de ser, porque condiciona mi vida mucho, mucho. Y esto ya no es susceptibilidad, es salud.

La gente pasa de mí

Tengo la sensación de que la gente pasa bastante de mí por lo general. Es una sensación que tengo ahora mismo. Es fin de semana y no sé qué hacer con mi vida para pasármelo bien y aprovecharlo bien. Como siempre, hay cosas que me gustaría hacer, pero me gustaría hacerla con gente, y no sé si llamarles yo para proponerles planes o esperar a que me llamen a mí. Últimamente tengo la sensación de que muchos de los planes o están predefinidos, es decir, me uno a gente que hace siempre lo mismo, o los termino por proponer yo. Esto estaría bien si los planes que hago yo fueran seguidos por la gente, pero gran parte de la gente a la que se lo propongo pasa de mí. En fin, no sé muy bien qué es lo que me gustaría hacer este fin de semana. Supongo que hay cosas que sí que creo que me gustarían pero son prácticamente imposibles, así que dentro de las que sí están al alcance de mi mano no sé muy bien qué elegir. Además esta noche juega el Atleti, y me gustaría verlo. ¿Por qué la gente no se adapta

Culpar a otros de tus problemas

Culpo a otras personas de mis problemas. Es un hecho. En el fondo sé que el culpable soy yo, pero culpo a otras. Incluso a objetos y animales. Ahora culpo a un gato. Sí, uno de los mayores disgustos que me he llevado en los últimos tiempos ha sido por culpa de un gato. Alguien tenía que cuidar un gato y no lo hizo, eso mosqueó mucho y se emprendió una persecución contra el entorno del cuidador que no lo hizo. Y ahí estalló una guerra. Otro de los momentos más tristes de mi pasado reciente lo ha protagonizado un personaje que ni conozco. Pero lo culpo de todo. Le odio y no sé quién es. Supongo que si no hubiese hecho nada, a lo mejor hubiese sido peor, pero lo que sí sé es que por su culpa ahora estoy mal. Bueno, como se entenderá, este es un traslado de culpa. Lo más probable es que no sea tan sencillo, pero la mente humana tiende a simplificar para tratar de ser más feliz.

Sin camino

Parafraseando burdamente a Héroes del Silencio, yo no he encontrado el camino que ha de guiar mis pasos. Tengo una mañana muy tonta. Estoy trabajando y haciendo cosas, la verdad es que ha sido una mañana bastante productiva laboralmente, pero no lo es tanto desde el punto de vista anímico. No hago más que pensar y pensar. Y lo peor es que no llego a ninguna conclusión. Simplemente pienso en lo que hago bien y lo que hago mal. En lo que me equivoco y en lo que acierto. En que lo que me apetece no es posible y que no siempre puedes hacer algo para cambiarlo. Darte de bruces contra lo que no sale debería ser el aliciente suficiente para cambiar de destino y abrir otras puertas, pero a veces sólo lo es para dejar de abrirlas y quedarte agusto en la habitación en la que te caiste la última vez que lo intentaste. Escribiré sobre ello. Estoy solo en la habitación al otro lado de la puerta hay voces voces que oigo pero que no me escuchan o que si me escuchan, no quieren oírme Estoy triste en l

El secreto de las tortugas

Con este título se presenta una canción de "Maldita Nerea", un conocido grupo de por aquí al que últimamente me estoy aficionando. Pero ¿Cuál es el secreto de las tortugas? http://www.youtube.com/watch?v=ygJKT0Opx6U Esta canción me gusta porque la asocio a momentos muy bonitos de mi vida y porque tiene una letra que me gusta mucho, entre otras cosas, porque puede interpretar lo que yo quiero que diga la canción. Para saber el secreto de las tortugas hay que saber quién es la tortuga. La tortuga, como no podría ser de otra manera, es una chica. Una chica dulce, tímida, amable, buena, inteligente y cariñosa. Y como todas las chicas de canción, la más guapa de todas, la más atractiva, esa es la tortuga. De la tortuga te haces amigo, a la tortuga le coges cariño y empezáis a hablar de planes y de cosas que hacer juntos y así disfrutar y, por qué no, sufrir. Pero el camino entre la amistad y algo más es muy débil, una frontera fácil de pasar. Y es que cómo no enamorarse de esa chi