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Mostrando entradas de febrero, 2010

Los secretos

He decidido guardar un secreto. Nadie lo sabe. Me he comprometido a ello. Esto es lo único que hablaré durante algún tiempo de ese secreto. Sé que al final lo contaré, cuando llegue el momento, pero ahora no puedo. Ni siquiera quiero. No es que me de vergüenza, pero creo que ahora mismo es mejor estar así, escondido. Yo siempre me he mostrado, y voy a cambiar de estrategia. No quiero mentir, sólo eso, no mostrarme. Un secreto es un secreto, y si se cuenta dejaría de serlo.

El asunto ornitorrinco

Llevo unos días, bueno en realidad es unos meses, dándole vueltas a un asunto. Cómo afrontarlo, cómo ponerle solución y demás. Y he decidido decidirme a resolverlo pero no provocar la resolución. En el algún momento me encontraré con el asunto de frente y, con un poco de iniciativa espero que se resuelva, pero voy a dejar de perseguir la forma de resolverlo. Espero que así me encuentre mejor.

Las consecuencias de tus actos

Esta semana estoy cometiendo unas cuantas locuras económicas. Estoy gastando pasta por un tubo y la verdad es que no sé por qué lo hago. Realmente estoy haciendo regalos por doquier a gente que conozco y tal. Podría parecer que les estoy comprando, pero realmente lo hago porque puedo y me gusta verles felices si les hago un regalo. Pero sé que se puede malinterpretar. Parece que al final todo lo que hago tiene un poso de culpabilidad. Me gustaría estar más seguro de mi comportamiento y no tener siempre la sensación de que dejo cabos sueltos o de que defraudo a alguien. Yo creo que ahí radica gran parte de mi falta de felicidad, el no saber disfrutar de los momentos y el preocuparme de la consecuencia de cada uno de mis actos. En fin, que espero que estas dos semanas sean felices estas personas a las que les hago regalos y que el regalo en sí les haya ayudado a ello.

Levantar el ánimo

Hay gente que me dice que levante el ánimo, pero no sé muy bien cómo hacerlo. La verdad es que tampoco sé muy bien qué es lo que me lo ha bajado, si es que alguna vez lo tuve en pie. Sé cuándo se bajó y un poco qué se dijo para que esto fuera así, pero no sé exactamente el motivo determinante. Todo empezó la noche del domingo. Me di cuenta de que hay cosas en mi vida que no puedo cambiar y, aunque no me arrepiento de mis actos pasados, tampoco puedo volver y hacer otras cosas. Además también me he dado cuenta de que los demás tampoco pueden hacer lo mismo, y quizá también me gustaría borrar cosas del pasado de otra gente, pero claro, eso sería meterme en la vida de los demás, es decir, donde no me llaman. El caso es que he vuelo a decidirme a hacer algo que no encuentro momento para hacer, y eso me ha vuelto a generar malestar. ¿Hasta cuando estaré con esta pantomima? Como digo siempre, el próximo fin de semana quizá abra un nuevo capítulo de este culebrón interminable, a lo mejor lo t

Susceptibilidades

Es difícil decirle a la gente lo que piensas. Sobre todo cuando a esa gente le puede hacer daño. No todo el mundo soporta igual. A mí me molesta mucho cuando la gente no cumple conmigo, por eso intento cumplir con todo el mundo, pero creo que la gente no valora ese esfuerzo. De la misma manera, hay gente que no te falicita el que esos esfuerzos sean menores. Hoy mismo he tenido que hacer algo feo para alegrar a alguien. Lo peor es que lo hago realmente porque me apetece alegrar a ese alguien pero en el fondo me fastidia el tener que alegrarle. No sé si me explico. Hay gente fácil de contentar y hay gente más difícil de contentar. A mí me gusta tener a cierta gente contenta, pero con unos es más fácil que con otros, y eso es lo que pretendo reflejar. Lo que no sé es si hablar con esa gente de este hecho. Obviamente no puede ser hoy, porque la relación entre el hecho y la cuasa es evidente. Una vez un conocido se sintió mal por algo que yo hice y tuvo la poca diplomacia de no esperar una

Las cosas se solucionan solas

Últimamente tengo la sensación de que las cosas se solucionan solas. Voy por el mundo, sin saber muy bien por qué, y surge un problema. No hago gran cosa pero alguien lo soluciona. Me refiero a los problemas gordos. Si estoy enfermo al final alguien me cuida. Si no tengo trabajo, ya alguien me lo ofrecerá. Si tengo poco dinero, me lo dan. Si tengo hambre como. En fin, que voy por el mundo despreocupado porque no encuentro problema gordo que no me resuelva un tercero. Al menos esa es la sensación que tengo. Hay quien dice que yo hago cosas y demás, pero no, simplemente dejo la vida pasar. De ahí viene mi malestar, de que como tengo todo hecho, cuando tengo que hacer algo no sé y espero a que las cosas se solucionen solas, como siempre, pero hay veces que yo tengo que dar el paso. En fin, que ya se resolverá. Digo yo.

Every brathe I take

Ayer estaba jugando al baloncesto con catarro. No es muy buena idea pero no era la primera vez que lo hacía. Pero estoy en una época baja y fue peor. El caso es que me quedé sin aire y noté como un mareo y visión doble. Supongo que fue falta de oxigenación, pero me provocó un pequeño ataque de ansiedad. Lo pasé un poco mal. Es un fastidio esto de ser enfermo crónico, te limita mucho el llevar una vida normal. Aún así lo intento, y mañana volveré a intetar jugar al baloncesto. Y quien sabe si no intente más retos después, aunque eso no depende de mí.

De las series de Televisión

Me fastidia bastante que las series de televisión no terminen. Supongo que lo tienen todo bien pensado y que el dejar el capítulo colgado genera atención ante el espectador y consigue que la serie recaude más por publicidad, pero yo soy más de verlas del tirón. No disfrutas igual una serie cuyas temporadas ves todas de golpe desde el primer capítulo hasta el último que las que ves a arreones. Por no contar lo tedioso que se vuelve el verlas directamente en la tele, con los anuncios, con los días que no hay porque cambian la programación, etc. Es algo con lo que no se puede luchar porque cualquier cambio que me satisfaciera supondría el romper la esencia de las series, pero quería mostrar mi parecer al respecto.

Reflexión sobre el futuro del blog

A veces pienso que me gustaría que este blog tuviera una entrada diaria. Sería como que el blog creciese y se convirtiese en una fuente constante de pensamiento. Es decir, una idea pura y netamente egocéntrica. El problema, como siempre, es que no creo que a nadie le interese esto, salvo a mí, lo que lo hace todavía más interesante. La verdad es que es difícil llevar ese ritmo de publicación, aunque no imposible. A lo mejor lo intento. Eso me convertiría en un escritor prolífico. Hay quien dice que lo importante es la calidad y no la cantidad. Seguro que eso lo dijo alguien que tiene poco, pero quizá sea verdad, así que si tomo ese reto tendré que escribir cosas buenas y no escribir por escribir. El tiempo verá lo que depara a este sitio.